Murder-Set-Pieces y el terror de hoy
Nick Palumbo es un joven director con ganas de tocarle las narices a más de uno. Tiene dos películas en su haber, una tercera al caer. Las dos primeras, "Nutbag" y "Murder-Set-Pieces" comparten el mismo esqueleto argumental: un desquiciado dando cuenta de jovencitas. Eso es todo. Lo que hace atractivo a una cinta como "MSP" no es tanto lo que cuenta, sino como. Y lo que cuenta en relación a la época en la que nos encontramos actualmente. La esquizofrenia de lo limpio, el protocolo, lo elegante, lo políticamente correcto, han matado el fin último del cine de terror, que consiste básicamente en revolver tripas, minar ánimos y causar miedo.
Wes Craven fue el que asestó la puñalada al género con la saga Scream. No desdeñándolas (por sí mismas son dos películas con enjundia y una tercera sin chicha ni limoná), la trilogía confirió al genero una marea de películas infladas de starlettes siliconadas sin chicha, asepsia en la planificación de los asesinatos, gore infográfico y una ausencia de imaginación increíbles. Títulos como "Un San Valentín de Muerte", "Se Lo Que Hicisteis El Ultimo Verano" y "Long Time Dead" así atestiguaban un debilitamiento de las raices del género, poniendo de moda el terror de diseño. Ha tenido que ser oriente y sus cuentos de fantasmas los que animen un poco el ambiente, con los remakes de "The Ring" o "Dark Water", aunque sin ahondar en las raíces del puro horror americano y si haciéndose propios parametros narrativos, mitología e idiosincracia de un pueblo que les viene un tanto lejos.
Dos películas irrumpieron en las salas, dos remakes que se tomaban en serio tanto a ellos mismos como a los espectadores. "La Matanza De Texas 2004" y "El Amanecer De Los Muertos" son dos perfectos ejemplos de cómo se debe hacer una película de puro horror sin evitar caer en trasfondos políticos o de mensaje, pero aunando espectáculo de pura evasión. Aunque en "La Matanza..." haya atisbos de fashion horror, el diseño de producción merece todos nuestros elogios, así como las interpretaciones y el despliegue de sadismo mostrado. "El Amanecer De Los Muertos" mira cara a cara a "Dawn Of The Dead" del maestro Romero para insuflar de vida al personaje zombie, entregándonos uno de los prólogos más potentes del cine de terror actual del momento. Asimismo, gente como Eli Roth, con la simpatiquísima y nostálgica "Cabin Fever" y la golosina podrida que es "Hostel", o James Gunn (que ya veíamos en los creditos de "El Amanecer..." en calidad de guionista, cuya película sobre babosas "Slither", donde encontramos el gore como medio para provocar carcajadas más que angustia, ha cosechado buenas críticas en su país natal, son la cabeza pensante de una nueva ola de realizadores que no se quedan en las teenagers de senos bamboleantes, sino que apuntan más a la carne pútrida y olorosa. Desde Francia, Alexander Aja (que cuenta con la electrizante "Alta Tensión") ha realizado el remake de "Las Colinas Tienen Ojos" del ya citado Wes Craven y la saga "Saw" va por buen camino, aunque sobrándole a veces estética de diseño.
Y si ahondamos un poco más dentro de la ponzoña, nos encontramos con una productora underground estadounidense llamada "Toe Tag Pictures" cuyo paquete de películas no son más que intentos de plasmar lo que sería una snuff movie real, con la saga "August Underground". Pocos medios, rodadas en video, muestran simplemente un catálogo de atrocidades vertidas en inocentes, aliñado todo ello con necrofilia ( en "August Underground Mordum" se cepillan el cadaver de una niña en una bañera), vómitos y sexo hardcore.
Retomando el hilo, Nick Palumbo ha querido aunar el toque snuff de cintas como "Hostel" y rodar su particular "Henry, Retrato De Un Asesino". Un joven aleman, de antepasados nazis, fotografía a mujeres, se las folla y luego las mata de diversas maneras. Hay dos personajes que se repiten, el de la ''novia oficial'' y su hermana pequeña. La hermana pequeña sospecha, es más lista que el hambre, y se presentará como la heroína oficial del film. Este es uno de los puntos originales de la película: a este hay que añadirles momentos de imponente carga estética, como cuando a una chica, desnuda y atada bocabajo, le coloca una piel de cerdo en la cara, o cuando el bebé empapado en sangre de su madre se agarra a esta gimoteando, o el gráfico asesinato de una niña de diez años. Aunque no son elementos suficientes para sostener un producto fílmico de calidad, por mucho Argento que tengas de inspiración, y por muchos cameos de Tony Todd ("Candyman") O Gunnar Hansen ("La Matanza De Texas") que intenten aportar algo de ''seriedad''. "Murder-Set-Pieces"carece de historia y lo único apreciable que vemos son ganas de molestar por el morro, haciendo alusiones antisemitas, racistas y misóginas. Que en los tiempos que corren no está nada mal