miércoles, diciembre 30, 2009

The House Of The Devil (2009)


Es curioso que, en pleno siglo XXI y los cines abarrotados de adolescentes ansiosos de emociones fuertes, un cineasta tenga los bemoles de hacer un ejercicio de estilo como el que ocupa "The House Of The Devil". Porque esta cinta imita, a la perfección, una época del cine de terror que, hastiada del gore y la violencia rural que se estilaba en cintas como "La Matanza De Texas", buscaba el terror en la cocción lenta, alejada de efectismos.
Una chica estudiante del segundo curso de la universidad está cansada de que su compañera de habitación sea una puerca (en todos los sentidos). Es por eso que se busca una casita para ella sóla, pero ¡ay! tiene muy poco efectivo en su cuenta corriente. Manos a la obra, y a buscar trabajo, de niñera que es fácil, cómodo y rápido. En cuanto encuentra uno y una amiga la lleva en coche, una casona antigua, apartada, todo comienza a enrarecerse.
Esta película está hecha para los amantes del cine de terror de toda la vida: esos que tenían una paciencia infinita para esperar a los últimos veinte minutos en los que se desplegaba toda la furia que, poco a poco, se iba apuntalando con detalles sutiles y con algún que otro golpe certero hacia la mitad de la cinta (el primer momento sangriento es inesperado y te coge de improviso). El apartado técnico es asombroso: todo está cuidado al detalle para hacernos creer que esto, en realidad, es de 1980: el uso de walkmans, los vasos de coca-cola enormes, el vestuario, los peinados, la ambientación en general, los gozosos títulos de crédito (aquellos en los que, cuando salían los rótulos anunciando el nombre de la protagonista, la imagen se congelaba) e incluso la participación de alguna leyenda viva de la nostalgia terrorífica (esa Dee Wallace)... todo puesto al servicio de una historia de rituales satánicos, esos que tan en boga se pusieron ante la caída del espíritu hippie, y que tiene su máximo exponente en el macabro suceso que se llevó la vida de la
bella Sharon Tate a manos del clan Manson.
No es ni mucho menos comparable a enormes joyas del calibre de "La Semilla del Diablo" pero por hacerse un hueco en una época como esta, y por destilar tanto mimo y cariño, se merece una visión. En casa, con las puertas y ventanas cerradas, y con la lluvia dando en la ventana.

TRAILER