martes, julio 08, 2008

Calvaire (Fabrice Du Welz - 2004)


El horror rural no es un argumento que coja desprevenido a cualquier aficionado al género de terror. El american gothic lo ha sobreexplotado de una manera hastiable, y ahora mismo se encuentra en un buen estado de salud gracias a esa nueva corriente del 'turisteo macabro', ejemplificado en películas, más o menos logradas, como "Hostel" y su secuela, "Turistas", "Borderland" o "Las Ruinas". Apartándonos de los inefables Estados Unidos, y centrándonos en nuestro amadodiado país vecino, Francia, si tuviésemos que elegir una película para definir un hipotético "French Gothic", avistariamos en plano corto esta soberbia pieza de carnicero pergeñada por Fabrice Du Welz. "Calvaire", como su explícito nombre indica, describe el descenso a los infiernos de la represión rural de un cantante de cabaret. No hace falta que se describan aquí los detalles argumentales, a poco que haya visto el lector un par de películas cortadas por el mismo rasero. Lo que conviene detallar de una cinta como esta, es el modo en que Du Welz la ejecuta. Nos encontramos con un ritmo seco, pausado, preñado de una fotografía absolutamente espectacular. Si es verdad que hay veces en que el efectismo le pierde un poco (algunas escenas de locura descritas a través del montaje), eso no quita a que la elegancia que respira la cinta sea cara de ver en el género. Por otro lado no se exhibe demasiada casqueria, lo que no es óbice para que el espectador sufra un buen rato con lo que se exhibe en la pantalla.
"Calvaire" es una buena muestra de cine para sufrir, con un puñado de escenas gloriosas (ese baile en el bar, la violación cuasi-múltiple) y un elenco de actores intachable.
Du Welz acaba de estrenar en Cannes "Vinyan" con críticas bastante favorables.