Tropa de Élite
Es dificil intentar hacer comulgar a los detractores de este estupendo film de José Padilha. Esgriman la baza de su supuesta adhesión fascista. Dicen que justifica punto por punto los terribles métodos que la BOPE impone en el mundo sin reglas de las favelas de Río. Que aboga por el uso de la tortura, el uso indiscriminado de la bala entre ceja y ceja, el "dispara bien y no mires a quién". Pues no. Créanme cuando les digo que si en algo es culpable Padilha, es el haber querido ser lo más objetivo posible y no tomar partido ni en un sentido ni en otro. Y se lo ha jugado todo a una carta polémica, espinosa, resbaladiza y que ha de tenerse en cuenta como lo que es: un recurso narrativo cinematográfico (no exento asimismo de detractores), el de la voz en off, que implica un sentimiento de 'sermón', 'adoctrinamiento' o, si me apuran, de 'publireportaje'.
Ocurrió, si mal no recuerdo, algo similar con aquella obra maestra del, por otro lado cineasta intachable y provocador, Paul Verhoeven. Los cortos de miras pusieron el grito en el cielo, ciegos al no ver la sangrante parodia que destilaba la cinta. Quizás no sea el mejor ejemplo para ponerlo al lado de esta "Tropa de Elite", pero sin duda a Padilha se le ha malinterpretado. Y sí, puede ser que él sea el único culpable. Pero déjenme que les diga, que a veces al crítico de cine no se le entiende lo más mínimo: si Padilha hubiese entregado un manifiesto anti-BOPE, se le hubiese tachado instantáneamente de blandengue, cobarde, y políticamente correcto. El pequeño burgués nunca está contento con la manera en que se cuentan hechos espinosos, que sin duda se les quedan cortos, tanto geografica como personalmente.
Tropa de Élite es un vibrante ejercicio cinematográfico que muta como una esponja, que se llena de principio a fin, y que se divide en dos partes: presentación de personajes y resolución de emboscada en fiesta funk en una favela, y la descripción de la operación "Juan Pablo II", una estrategia destinada a "limpiar" la zona para que el personaje pudiese dormir agusto al lado de una favela. En la primera parte uno tiene la sensación de estar asistiendo a una cinta de acción correcta, un tanto esquizofrénica, de montaje hiperquinético, pero al que tampoco se le puede sacar demasiado jugo socialpolíticamente hablando: sí, se nos muestra la situación del todo vale, de la corruptela de la policía que no se deja la piel por una mierda de sueldo, de los pactos con los narcos y de la hipocresia del estudiante de clase media que se mete una raya de coca a la vez que se manifiesta por los crímenes en las favelas (Ay, Padilha, ahí sí se te fue un poco la mano con la demamogia). Pero tranquilos. Está todo pensando: Padilha te engaña y te lleva de la mano a la segunda parte de su cinta de un modo fluido. Cuando te quieres dar cuenta, ya es tarde. El infierno de la BOPE, sus métodos espartanos de instrucción, su uso de la tortura... Todo este tramo es desolador, más si se enfrenta a la primera parte de la cinta, esa que tenía cierto aire a cine de consumo "de denuncia". Y vuelvo a repetir: si de algo es culpable Padilha, es de haber querido filmar del modo más frío posible, y haber dado la voz cantante a un padre de familia trastornado, a un psicópata que maltrata a su mujer (aunque sea dialécticamente) y que lo único que ansía es quedarse en casa y ver como otros matan (bien) en su lugar.
Otra pista para los que braman en contra de la película y su supuesta filiación filofascista: el camino que emprende el estudiante negro, de intachable valedor de sus ideales, honesto, creyente en un modo de hacer las cosas justamente a máquina de matar fría, vengativa. A ver si es verdad que allí, en Río, donde nunca he estado y creo que nunca jamás estaré, es mejor matar antes de que te maten a ti. Que eso esté bien, o esté mal, se lo dejamos al espectador.
4 comentarios:
"Créanme cuando les digo que si en algo es culpable Padilha, es el haber querido ser lo más objetivo posible y no tomar partido ni en un sentido ni en otro."
-Esto ya lo dice Padilha cuando se critica su película. Le guste o no a Padilhla, el hobbesiano retrato de las favelas incurre en el populismo criminal, la comprensión con la policía más violenta y... el apocalipsis estético. Hubiese hecho mejor amparándose en la complejidad de la realidad brasileña, o escusándote en que allí el Estado de Derecho no acaba de cuajar. Blanco y en botella casi siempre es leche, pero el argumento tendría más peso...
"El pequeño burgués nunca está contento con la manera en que se cuentan hechos espinosos, que sin duda se les quedan cortos, tanto geografica como personalmente."
-Afirmación algo licenciosa, no crees? (No lo tomo a mal; me trae sin cuidado que me califiquen de burguesa, y pequeña tampoco lo soy demasiado, je!). Como mínimo aceptarás que el film trae cierta confusión moral y política, ya que Padhila no se manifiesta y sí lo hace Nascimento: Para dejar clara la hipocresía de la cultura universitaria izquierdista, echar a lomos de esa pequeña burguesía (o media) y de los analfabetos de las favelas la responsabilidad del imperio de la droga en Brasil, o el ciertaménte sádico retrato de los niñatos oenegeros pedantes y malcriados. Así, las conclusiones son las que son (busca información sobre la repercusión en Brasil): el aplauso a la represión ante la amenaza, la fragilidad de la libertad ante la necesidad de seguridad, el mal como medio para el bien y, lo más importante quizá, lo dificil que es mantener la cabeza "fria" mientras los de tu alrededor son corruptamente legalistas. Me da que a Padhila se le ha enfriado también la suya.
O tal vez me equivoque, y todo sea consecuencia de recortes de guión de la productora a fin de parir el nuevo Rambo brasileño...
Taquillazo con nuevo héroe nacional. La pela, que es la pela. Por lo menos con Rambo los americanos tuvieron la verguenza de sacrificarlo en el altar de los Derechos humanos... je, je
Feliz verano, o lo que queda... Saludos.
Es la primera vez que te visito. Me h topado enseguida con "Tropa de élite"! el otro día escribo un post en mi blog y me pongo a mirar y debemos hberla visto todos la misma semana, porque todo el mundo la ha comentado!jjaja!!
Tu artículo me parece muy interesante y acertado. Estoy contigo, estoy seguro de cuáles eran lasintenciones del director, y desde luego no son las que ha interpretado mucha gente. Es verdad que el enfoque narrativo puede llevar al engaño si uno cree que o que dice la voz principal que conduce el film es la voz del director. Aunque por otro lado entiendo en cierta manera el punto de vista de gente que ha visto en el film una apología al fascismo, creo que Padilha como tú ya comentast, quiere ser objetivo, y además mostrarnos la versión o la historia jamás mostrada, la de los prtagonistas del BOPE, ya que es habitual retratar este tipo de historias desde los narcotraficantes, etc. Además nos muestra que esta gente (que son verdaderos animales) también tienen una familia, e indaga en la psicología de estos inividuos, lo cual me parece muy interesante.
en fin, un saludo!
babel:
con lo de pequeño burgués creeme que no iba por ti, ni por todos aquellos que creen que la pelicula es fascista. estais en todo vuestro derecho. lo que sí me mosquea es la posturia de mucho joven antiglobalizacion que luego calza converses y va a mcdonalds a comer.
un placer leerte, como siempre
yorgos, yo tambien creo que es bastante lógico que haya gente que malinterprete la pelicula, ya que no hay más asidero que el del fascista que te cuenta la historia.
gracias a los dos por vuestros comentarios
:)
Colega, si estas de acuerdo podemos hacer intercambio de links para promocionar ambos blogs. Te felicito por las criticas. Saludos, El Samurai www.criticandocine.com.ar
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